20/10/2015

En un contexto de desaceleración de la economía uruguaya, la industria de la construcción no es ajena a esa situación. La actividad del sector registra seis trimestres consecutivos en caída y la mayoría de los empresarios tiene expectativas negativas sobre el desempeño a futuro. De todas formas, se considera que el plan de inversiones anunciado por el gobierno será un elemento que servirá de ayuda para mitigar la contracción.

El Centro de Estudios Económicos de la Industria de la Construcción (Ceeic) presentó ayer un informe sobre la realidad y el futuro de sector, de cara a una nueva fase del ciclo económico. Entre otras cosas, el estudio destaca que siete de cada 10 empresarios esperan que a futuro, tanto la economía como el sector empeorará sus resultados.

La encuesta de expectativas realizada en setiembre también da cuenta de que siete de cada 10 empresarios consideran que la situación actual de la economía "no es ni buena ni mala" y cinco de cada 10 entiende que el estado actual del sector es "malo".

El informe, que fue presentado por el economista Alfonso Capurro de CPA-Ferrere, señala que el desafío de la construcción pasa por retomar el crecimiento, en un contexto marcado por un entorno regional e internacional "poco favorable" que afecta el dinamismo de los negocios de exportación y la inversión del sector privado. A eso se suma el deterioro de las cuentas públicas que impone restricciones a la inversión estatal.

Los efectos del enlentecimiento de la economía se observan con claridad en el Índice Líder de actividad de la Industria de la Construcción, que lleva 18 meses de caída y es el único sector en fase de franca contracción. Ese indicador sugiere que en el corto plazo el sector seguirá en fase de "contracción moderada" y cerrará el año con una caída próxima al 2%. Para la primera mitad de 2016 el panorama no es muy distinto y la actividad "posiblemente seguirá cayendo", dice el estudio. No obstante, el informe considera que el plan de inversiones en infraestructura por US$ 12.370 millones anunciado por el gobierno y que se prevé desarrollar en los próximo cinco años "mitigaría la contracción del sector". Las áreas que recibirán la mayor parte de esa inversión en infraestructura serán energía (34%), vialidad (19%) y la obras relacionadas con centros educativos, hospitales, el sistema de cuidados y la seguridad ciudadana (15%).

Una tercera parte de la inversión total (US$ 4.205 millones) será financiada por privados bajo distintas modalidades, entre ellas la de Participación Público Privada (PPP). Pero para viabilizar el financiamiento bajo modalidad de PPP el Ceeic considera que hay algunos desafíos que se deberán superar.

Entre ellos se destaca que las estructuras de financiación de proyectos (Project Finance) necesitan entre 15% y 30% de fondos propios de promotores. Así para US$ 1.400 millones de PPP en el quinquenio se requerirán fondos propios por US$ 200 millones a más de US$ 400 millones.

Con respecto al financiamiento de terceros, se entiende que si bien las AFAP serían las fuentes más adecuadas, el financiamiento de la etapa de construcción encierra riesgos y desafíos que requieren la participación de otros agentes.

Además, se entiende que proyectos de "alta complejidad técnica" podrían derivar en estructuras de negocio con un nivel de incertidumbre "elevado" en comparación con el perfil de riesgo del portafolio de las AFAP. Por eso se considera que los bancos "podrían jugar un rol determinante".

 

Fuente: El Observador (Link a noticia)