15/12/2014

En la edición 2011 de este mismo trabajo se concluyó que Uruguay había acumulado un rezago de inversión en la red vial nacional de USD 1.152 millones entre 2000 y 2010 (3% del PIB). Ello ocurrió a pesar de que la inversión en mantenimiento de carreteras aumentó, aunque menos que el crecimiento del tránsito y de los costos viales. Además, en el trabajo de 2011 se concluía que se requería una inversión de USD 400 millones por año. Dadas las restricciones fiscales para financiar inversiones de esa magnitud, los mecanismos como las Asociaciones Público Privadas eran cruciales para poder enfrentar las necesidades identificadas. Si bien existía un plan de ejecución de USD 1.250 millones en obras viales bajo el régimen de APP, su ejecución ha sido más lenta de lo previsto y a la fecha no se han concretados obras por esta vía. En 2013 la inversión en mantenimiento vial alcanzó la cifra récord de USD 250 millones anuales, aunque nuevamente ella vuelve a ser insuficiente para compensar el crecimiento del tránsito y de los costos de la construcción vial registrados en los últimos años. En este contexto, la información publicada en la Rendición de Cuentas del Ejercicio 2013 muestra que luego de alcanzar su mejor estado en el año 2000, el estado de confort de la red se ha deteriorado en la última década y el Índice de Confort alcanzó en 2012 el valor más bajo desde el año 2000. Las estimaciones de necesidades de inversión con información al año 2013 permiten concluir que (i) Uruguay necesita un shock de inversión vial de 4,5% del PIB y (ii) la inversión anual en mantenimiento vial debería ser en torno a 1% del PIB, lo que implica el doble de recursos que se destinan en la actualidad. En este contexto, teniendo en cuenta las restricciones fiscales imperantes es vital agilizar la implementación de mecanismos que permitan financiar las inversiones con el menor impacto posible en el presupuesto nacional.

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